Subrogaciones y novaciones

Debido a las alzas y bajas de intereses en la economía actual, un cliente se puede encontrar con que su contrato de préstamo hipotecario, con una entidad financiera concreta, contiene un interés más alto que el de otras entidades existentes en el mercado, por lo que existe la posibilidad de negociar dicho interés o de trasladar el préstamo a otras entidades financieras que dispongan de mejores condiciones económicas para él.

Las subrogaciones y novaciones son las opciones ideales para mejorar las condiciones de pago de los créditos hipotecarios. Una subrogación permite cambiar la hipoteca para con otra entidad financiera, logrando disminuir el tipo de interés que se venía pagando.

Una novación se da cuando se realizan cambios en las condiciones de la hipoteca con la misma entidad financiera donde se adquirió, lo que no supone un cambio de entidad sino una renovación de los términos definidos para la hipoteca.

Trámites necesarios para la novación y la subrogación de la hipoteca

Tanto para la subrogación como para la novación de tu hipoteca es importante la presencia de un notario, con el objetivo de que resuelva todas las dudas existentes. Por otro lado, también debe garantizar que las nuevas condiciones establecidas se ajusten a la legalidad vigente.

El notario estudiará el caso y te aconsejará sobre las diferentes formas de tratarlo, indicando ventajas y desventajas de las diferentes contrataciones.
Los dos tipos de subrogaciones hipotecarias más habituales son por deudor o entre particulares y de acreedor o entre entidades.

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